De acuerdo con desmantelar la estructura de corrupción institucional
PRIANISTA que representa Elba Esther Gordillo. De acuerdo en que esa estructura
mantiene a la educación básica en México en ruta de deterioro continuo. Pero,
creer que la evaluación universal es deseable para mejorar la educación, que
digo deseable, ¡posible! Eso es “ingenuo”. Como lo es también creer que el Instituto
Nacional de Evaluación Educativa puede ser “autónomo”, y sus evaluaciones
neutras.
¿De dónde esa ilusión de instituciones laicas que operarían con
limpieza instrumental lejos de intereses mundanos? ¿De dónde esa ingenua
adhesión a los valores de la evaluación, esa ideología del test, y su cháchara
de modernización global?
Una cosa es desmantelar al SNTE, y otra pretender que ya se
sabe qué se necesita para la reforma educativa. Si algo es clave para
transformar la educación es que los agentes educativos, estudiantes, maestros,
familias, comunidades puedan pensar juntos qué metas quieren alcanzar y cómo
hacerlo. Y eso es en esencia lo que bloquea el sindicato, los gobiernos y las
políticas globales de la ideología del test.
No hay examen que no alimente la cultura del examen.
Desplegado Sí a la evaluación educativa